Yo soy Betty, la fea y la normalización del acoso sexual. Parte I

Días después de la muerte de Fernando Gaitán, el escritor de la telenovela más exitosa de todos los tiempos, en el programa La Tarde del canal NTN24 lo enaltecían por su forma de reflejar la cotidianidad en la televisión. A 20 años de Yo soy Betty, la fea. vamos hacer un análisis social para conocer a qué se debió su rotundo éxito en los años de 1999 y 200.

La telenovela no sólo fue un producto perfecto para su país, también lo fue para el resto del planeta que encontraron en ella una identificación que los unificaba como especie humana, el reflejo de la vida cotidiana. ¿Cuáles eran los temas cotidianos en los que los televidentes se identificaron? La dualidad entre lo que es feo y lo que es bonito en una persona, en este caso, la apariencia física de la mujer.

En la telenovela se asoció lo bonito de una mujer con lo sexy, o sea, que provoca atracción o deseo sexual, según la RAE. Esta fue una de las ideas que se destacó y se promovió en todas las .

“… usted sabe lo que significaría para uno que la gente diga que tiene el mismo novio que tuvo Betty, ¿dónde quedaría la imagen?… Eso mijita, confíese, confíese que la inteligencia de una mujer es un afrodisiaco para un hombre; ¡claro, siga creyendo! ¿Usted sabe qué es lo primero que mira un hombre en una mujer? Las piernas, el busto, el pelo, la cola y por último, la inteligencia (la cámara va de arriba abajo, emulando una mirada acosadora)”

En esta imagen se puede ver que es la cámara o mejor dicho, el camarógrafo es el que enfoca en un sentido de acoso a Aura María En la historia es Patricia la que hace esa observación

Aquí Patricia Fernández (Lorna Cepeda) defiende la posición de millones de hombres que se rigen por este canon de valorización de la belleza en las mujeres. En la telenovela se utilizó el recurso del piropo como una forma de halago y seducción, además de las miradas lascivas como apreciación de la belleza.

De este modo, el piropo y las miradas lascivas se llevaron a la pantalla chica para que el público pudiera reflejarse en ella y al mismo tiempo, seguir perpetuándola como modo cultural; por lo cual, en lugar de generar indignación causaba risa al retratársele través de la comedia.

El piropo y las miradas lascivas como forma de legitimación del acoso

“Adiós mis vaporeantes caderas, adiós mi pecho exuberante, adiós mis piernas que me llevan a la fantasía” le dice Freddy (Julio César Herrera) a Jenny (Marta Isabel Bolaños), mientras la cámara la sigue por detrás y enfocada en sus piernas, trasero y caderas. Este hecho fue cuando ella le dice que lo suyo no puede ser porque ella ama a Efraín (Saúl Santa).

Doctor Gutiérrez fue el principal acosador de las mujeres en Yo Soy Betty, la fea

Los hombres de esta historia tienen un gran peso en el hilo conductor de la trama y en la vida personal de las mujeres, como si allá en el exterior, formara parte de la cultura del hombre, el caballero, el papá, el jefe, el novio, el esposo o el amante.

“Maldita sea, maldita sea, es verdad. Hay que buscar otra, hay que buscar otra ¿Cómo se llama esta niña la que trabaja en producción? jugosita ella, jugosita piña, ¿cómo se llama? que tiene una cinturita de avispa y que todo lo tiene bien puestecito… busquemos otra fruta, otra fruta jugosita” Le dice Gutiérrez (Alberto León Jaramillo) a Bertha (Luces Velásquez) el día que entró a la oficina a pedir licencia para hacerse una lipoescultura.

“Patricia, su situación es cada vez más deplorable. Le empeora su ambición, le hace falta claridad, le hace falta asumir su realidad… que únicamente sirve para hacer el amor” Le dice Daniel Valencia (Luis Mesa) a Patricia Fernández que cada que la veía no perdía oportunidad para insultarla e insinuársele para tener sexo. “pero si se mira al espejo se dará cuenta que aún está muy bien, que tiene unas magníficas piernas, unos hermosos senos, una cara atractiva y que aún está a tiempo de aprovechar, de conseguir un amante que la valore económicamente y que la saque de esa agonía de supervivencia”

De nueva cuenta el camarógrafo es el que hace una toma acosadora de las piernas de Patricia. En la historia es Daniel Valencia la que mira las piernas

Podemos señalar a los mujeriegos para describir a Armando y su fiel amigo Mario Calderón. Este par buscan seducir y acostarse con las mujeres más guapas de Colombia, entre las que se encuentran las modelos de la empresa. En el primer capítulo se ve a Armando halagando a las modelos después de un desfile: “Donde las pongan se ven divinas, pero sabes lo que más me gustó? Ese meneadito así, ¡qué tal! ¡Mi amor eres la mejor!”

Marcela comenta en forma acusativa a un grupo de modelos sobre Mario y Armando: “No, no se preocupen, a ellos le gustan desfilen o no desfilen, desfilen bien o desfilen mal; y por la ropa, no, ningún problema, les gustan con o sin ropa”

Mario es un poco cínico. Más que una cara bonita, busca cuerpos esbeltos como él dice, es todoterreno. “Patricia es una obligación sexo-laboral y Aura María es un accidente erótico” Además, gusta de piropear y enamorar a las modelos. “Patricia ven acá, hoy tenemos que salir a celebrar… tus éxitos. Y no estoy hablando de tus éxitos como mujer sino como profesional, después del informe que hiciste”

Patricia la noche que salió a cenar con el novio de Betty

Donde la palabra “mamacita” o “rica“ forman parte de la cotidianidad de las personas dentro de la telenovela pero también en la vida cultural del colombiano. Otro grupo de personas que confirman lo anterior, son Román (Diego Cadavid) y su comitiva, quienes su espacio de operación son las calles, para acosar a las mujeres.

20 años después el mundo entero está cambiado. Actualmente, el tema del acoso de cualquier índoles hacia la mujer está tomando gran auge por el aumento organizaciones feministas o movimientos de gran impacto como el #MeToo. Estos fenómenos dan pie a que las mujeres se empoderen y alcen la voz para evidenciar el acoso o discriminación que han sufrido en diferentes ámbitos de la vida pública.

Jenny acosada con la mirada por Freddy

Se busca poner en la mesa de debate el acoso como una forma de violencia hacia las mujeres del siglo XXI, concientizar y erradicarlo.

En la Ciudad de México, por ejemplo, se han dado los primeros pasos hacia una legislación que penaliza los comportamientos de acoso callejero, entre los que se encuentran el piropo y los silbidos.

Dentro de la telenovela Yo soy Betty, la fea. el acoso no era enemigo sino un cómplice para arrancar una risa o una carcajada por la forma de presentarla. En muchas series y telenovelas se mantiene el piropo o las insinuaciones como algo cultural y continúan normalizándose día con día.

La cámara capta lo que Nicolás mira por la espalda de Jenny

Algunas formas de acoso que se logró ver en la telenovela fueron:

  • Cartas, notas, llamadas telefónicas (Daniel Valencia)
  • “Clasificar” a la gente en razón a sus atributos físicos (Daniel Valencia, Patricia Fernández)
  • Comentarios sexuales sobre la ropa de una persona, su anatomía, o miradas (Freddy, Mario y Armando)
  • Silbar (Román)
  • Amenazas y sobornos directos o indirectos para una actividad sexual no deseada (Daniel Valencia)
  • Pidiendo repetidamente a una persona una cita, o tener relaciones sexuales (Doctor Gutiérrez)
  • Insultos, tales como perra, cualquiera, quitamaridos (Cuartel de las Feas)
  • Mirar de una manera ofensiva (Freddy, Mario, Armando, Daniel)

En Colombia hasta el 2008 con Ley (1257) de no violencia contra la mujer fue establecido como delito al acoso sexual, ya que anteriormente solo tenía un tratamiento disciplinario.

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