Yo Soy Betty, la fea; ¿normalizaba los estereotipos y la burla? Parte II

El gran escritor Fernando Gaitán (1960-2019) comentó en una entrevista para RCN que los personajes deberían de identificarse con el televidente o en otro sentido, el televidente debe identificarse con los personajes y sus conflictos. Con respecto al tema central de Yo Soy Betty, la fea. Gaitán señaló que si miramos a nuestro alrededor nos daremos cuenta que “la belleza es lo menos identificable, ya que, la belleza es excepcional, hay muy poca gente bella y por eso la belleza existe, como un elemento resaltado; el resto es fealdad”

El escritor busca hacerle honor a la belleza externa e interna. La primera, a través del dinero, la moda y el glamour; y la segunda, a través de los sentimientos, la fidelidad y la inteligencia. Retrata el menosprecio por la fealdad haciendo uso de la comedia, mofándose de ella.

Al decir que la belleza es excepcional y el resto de la población es fea, legitima el concepto para su uso discriminatorio. La telenovela muestra que existen personas que usan la burla para juzgar la apariencia física de las personas y de esta forma hacer una separación, colocándolas a un nivel menor frente a ellos. He allí una clave de su éxito, la identificación con lo cotidiano. ¿Cuántos de nosotros no hemos jugado un papel como la de Patricia Fernández o Hugo Lombardi para señalar que alguien es “feo/a”?

La tragedia en la vida de Betty está enmarcada por un gran número de construcciones sociales que rigen la conducta de las personas en la vida real, la telenovela de cierta forma, normalizó (continúa haciéndolo) conductas y comentarios, los cuales no son aceptados en una visión puritana de la realidad, como el prejuicio, los estereotipos, la apariencia, la burla, la frivolidad o la ofensa verbal.

Betty y su nuevo look

Un ejemplo claro de todos estos conceptos fueron plasmados el día en que Betty apareció en la oficina con nuevo look y forma de vestir, analicemos los comentarios:

Patricia: — jajajaja tienes que verla Marce, quedó chistosísima. Llegó toda creída y dizque “¡Hola muchachas!”

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Marcela: —jajaja Mi amor, ¿quién se ensañó con ella? Ese peluquero la peinó con rastrillo y todo, ese es el enemigo. Mi amor, es que no le hizo bucle, la pegó al tomacorriente jajajaja

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Patricia: — ¿y si le viste el vestido? Por eso no la desviste nadie jajajajaja

Marcela: — ¡Que optimismo! ¿Quién la va a querer desvestir? Beatriz va al ginecólogo, y le dice “tranquila, no se quite la ropa, yo la reviso por encima”

Patricia: — Seguro! Ella llega y le dice “¿Doctor, será que me puedo desvestir?” y el médico de seguro le dirá, “no, por favor; no por favor; no lo haga. Se lo suplico” Imagina, ¿cómo será el novio?

Marcela: — es que ella es tan fea que no le da besos sino puños.

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Hugo: — ¿Y este esperpento, quién es? ¿La prima hermana de Betty?

Patricia: — ¡Ay, no Huguito! Esa es la misma Betty, pero con una nueva versión

Marcela: — Es que fue donde el enemigo, a que la peinara y la vistiera

Hugo: — ¡Ay, pobre truquero! Porque ese no le hace rayitos sino truenos y centellas

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Mario: — No lo puedo creer, y usted tendrá que besarse con eso.

Armando: — Naa! Va a ser como besar a otra fea.

Mario: — Es que el problema de ella no es de estilista, es de cirujano.

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Betty: —Sí, yo entiendo, doctor. Qué pena con usted, es que tocó pasar nómina, pero mañana a primera hora le consignamos su plata, tiene mi palabra.

Daniel: — ¿Y su palabra será tan seria como su look? Porque ese atuendo, ese peinado… más que asistente de presidencia parece de una asistente de circo

Betty: — Perdóname doctor pero me está insultando.

Daniel: —La que ofende esta compañía es usted. ¿En qué andaba pensando cuando se vistió con esa ropa? Qué le pasó por la cabeza cuando se estaba peinando? ¿Cree que se ve divina o qué? No, señora; se ve peor, mucho peor.

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Las burlas no son inherentes a una clase social. Hasta el más prudente podría hacer referencia sobre la apariencia de alguien, como ocurrió con Don Roberto Mendoza el día que Armando eligió a su nueva secretaria: “me sorprendió muchísimo cuando se puso a defender a la feíta, lo hubieras visto Margarita, ese es el mejor síntoma que nos puede dar de que está cambiando verdaderamente. Habría podido escoger a cualquiera de sus despampanantes mujeres pero no, escogió a la feíta”

Hay una escena en el que armando desearía hacerle esto a Betty por fea:

Betty: ¿Qué pasa Doctor?

Armando: Cállese!

Betty: ¿Pero, pero qué está haciendo Doctor? ¡Doctor!, ¿qué está haciendo?

Armando: Este es el lugar (maletero del coche) en el cual usted debe ir cada vez que me acompañe, ¿entendió?

Betty: Pero, ¿por qué me hace esto Doctor? ¿Yo que le hice?

Armando: Porque de nada me sirve que sea tan inteligente, ¡si está fea!

Betty: Doctor, si quiere yo me voy en un bus pero no me haga esto, ¡por favor!

Armando: Nada, fea!, fea!

La burla existe en nuestra realidad y continúa perpetuándose como un gesto del subconsciente. Sin darnos cuenta, juzgamos como parte de la cotidianidad. Una forma de ello es el apodo, valiéndose de las características físicas o del comportamiento de las personas.

En Yo Soy Betty, la fea. nunca faltaron los calificativos para referirse a los personajes. El apodo estuvo ligado a la burla. El cuartel de las feas,  Pechuguín (Aura María), Chocolatín (Mariana), Jirafa Solterona, Jirafona (Sandra), Enana, Pitufina (Sofía), El Cheque (Efraín), Peliteñida, Patsi Pats (Patricia), Garfio, Moscorrofio, Vampirín, Moustrete (Betty), Don Gérmenes (Hermes), Microlax, Alepruz (Nicolás), Quitamaridos, Impulsadora, Pupuchurra (Jenny); son algunos de los apodos usados para denigrar y burlarse en un sentido negativo.

Un recurso más para exponer la burla fue el ridículo. El escritor pudo abordarlo, introduciendo a los pobres en un contexto de la gente rica y de esa forma exponer su comportamiento. Dos ejemplos claros fueron cuando Betty invita a sus amigas a almorzar al Le Noir y de igual forma, Nicolás a Patricia en el mismo restaurante. “Yo quiero una trucha al gusto… yo quiero una trucha a su gusto” cuando Betty no supo pedir el tipo de trucha en el restaurante del Club, al que sólo los ricos tienen membresía.

Hay una normalización de la realidad que no busca ser cambiada sino mostrarla y continuar reproduciéndola, manteniendo los mismos lineamientos que los personajes.

En México se han dado casos de discriminación en un sentido de clasista por lo cual, poco a poco se busca erradicarlo. Dos eventos fueron la postura de Nicolás Alvarado frente a Juan Gabriel y la de Yelitza Aparicio con los usuarios de las redes sociales. Esto lleva a preguntarnos, ¿hasta cuándo las telenovelas seguirán promoviendo el prejuicio, los estereotipos y la forma como forma de discriminación?

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