Crítica de TV: 8 puntos para mejorar MasterChef La Revancha y evitar el tedio

Después de cuatro temporadas había decidido no volver a ver MasterChefMx porque a estas alturas lo considero un programa gastado, pero la curiosidad me ganó por saber qué había cambiado en su versión La Revancha. Quizá por la competencia, al enfrentarse con Familias Frente al Fuego o porque una quinto edición demostraría el desgaste reflejado en el rating la televisora del Ajusco por lo cual se decidió poner a competir a sus participantes estrellas y reconocidos por la audiencia, lo cual es un plus en cuestión de programas de televisión. Me encontré un programa sin novedades ni sorpresas. Estas son algunas críticas del programa de cocina más popular en México.

En el momento que veía el programa me preguntaba qué tipo de televidente está dirigido. Es como una telenovela que ya sabes lo que va a suceder en relación al formato acartonado. ¿A qué me refiero con esto? La forma de estructurarla de principio a fin.

1. Exteriores y plató. Hay una diferencia entre un programa grabado en exteriores y uno en interior. En la primera, siempre es entretenido para el televidente ver algo nuevo, es como cuando después de una semana llena de trabajo y estrés, decides con la pareja o los amigos salir de la ciudad para despejarse y desconectar con todo. En cambio, ver un programa en el set se vuelve aburrido, es como llegar a las 7am para tomar la clase que más te gusta, durante tres horas con el profesor más aburrido. Habrá que ingeniársela para inventarse un exterior  dentro de la ciudad con tal de ver algo diferente cada domingo y así evitar el tedio y el aburrimiento.

2. Decoración o escenografía. En cada edición de MasterChefMx las novedades siempre se reflejan en la decoración del set y en La Revancha no es la excepción. En las cuatro ediciones de adultos siempre pudimos ver mucho colorido evocando a la diversidad de frutas y verduras mexicanas en total armonía. En La Revancha hay una presencia de decorado minimalista cayendo en demasiada formalidad con los colores metalizados. Este set es propio de las versiones estilo Hell Kitchen donde la esencia del rigor está al mando de Gordon Ramsey.

3. La conductora o presentadora: cada vez que miraba una edición de las cuatro temporadas pasadas podía apreciar que la presencia Anette Michel estaba de más. Su papel de conductora se cumplía solo en lo mínimo y lo estricto. En las ediciones alrededor del mundo siempre se elige una conductora con todas sus capacidades para obtener tal calificativo. Anette sólo repetía el mismo speech que la audiencia conoce de memoria por lo cual prescindir de ella daba absolutamente igual. Ella como presentadora debe mediar entre los participantes y los jueces, además, otra de sus funciones es la de adornar con palabras y emociones lo que suceda con lo participantes, sus familiares y los invitados. En La Revancha me encuentro con una presentadora más segura, confiada y con más libertad para salirse de lo que siempre repetía dentro de su papel.

4. Los jueces: Desde la primera edición me preguntaba qué clase de chefs son los jueces, que trayectoria en relevancia dentro de la cocina mexicana tienen y si estuvieran en Europa a cuántas estrellas Michelin tendrían como merecido por si innovación dentro de la cocina mexicana. Sigo dudando que sean algunos de los mejores cocineros en México. Sus críticas siempre me han parecido muy subjetivas, carentes de rigor, firmeza y precisión. Lo peor que pudieron hacer los productores es haber elegido a tres personajes que en lugar de criticar un platillo dan muestra de su personalidad en pro de atrapar al televidente. El estricto (Benito), la mamá de los pollitos (Bety) y el ranchero nihilista (Adrián), juntos en pantalla muestran distancia, indiferencia, falta de compañerismo y mucho menos amistad. Basta ver el éxito cosechado de MasterChef España para conocer un equipo que deriva en amistad y buena vibra entre Jordi, Samantha y Pepe, por algo han llegado a 7 temporadas de adultos, 6 juniors y 4 Celebrities.

En La Revancha se ha sumado el repostero José Ramón Castillo para darle un plus y asertividad en relación con la crítica de los postres.

Otro factor de éxito podría ser la demanda de los jueces frente a sus aprendices, pues existen algunos que no saben cocinar, incluso frijoles refritos. La postura estricta de los jueces de imperar siempre para hacer de los participantes, los mejores cocineros.

5. El catado: Hay cierta falta de precisión en las críticas y por lo cual conlleva a una falta de consistencia y veracidad que emite el jurado y en sí, de la edición México. “No termina de convencerme. Tiene un punto de acidez un poquito EXTRAÑO, ¿ok? No está mala pero ehhh… la verdad que el plato está muy bien” dice Adrián en una crítica o “tiene un no sé qué…” de Benito en alguna temporada pasada. Otra más, es en relación a la cocción de las carnes para lo que Benito o Adrián la carne está bien en sus tres cuartos (no digamos a la inglesa o sangrante) para la chef Betty, está crudo.

El participante vive un sesgo en la evaluación de su trabajo cuando en los segundos retos de la noche los platillos son catados en ronda de dos chefs y en la eliminación por igual pero con la diferencia del invitado de la noche. Para que una crítica evite una sentido tendencioso, todo el jurado tiene la obligación de probar los platillos y en Masterchef México no se hace, ahí es donde hay un sesgo de credibilidad del programa.

Un platillo debe evaluarse probando todos los elementos reunidos en el plato para lo cual deberían mezclarse, lo cual muchas veces los jueces no lo hacen. Hay una particularidad en la chef Betty que con delicadeza toma una mínima porción de un punto determinado del plato (un pedazo de verdura cocida) y eso basta para evaluar, lo cual es un error que el televidente nota más nunca el concursante.

Una buena estrategia novedosa que se podría implementarse como dinámica original en México, sería el catado de los platillos de forma anónima en el que el juez nunca sepa a quién pertenece el platillo para una evaluación totalmente imparcial.

6. Los participantes: Desde que iniciaron los realities en México, Tv Azteca se ha distinguido por incluir entre sus participantes personas que comúnmente no llegarían a un programa de televisión y mucho menos ser ganadores. Antes para participar en algún programa de televisión tenías que cubrir una capacidad de desenvolvimiento frente a las cámaras. Respecto al programa MasterchefMX hay una tendencia de encasillar, tipificar o estereotipar a sus concursantes, se evidencia en el maquillaje, peinado y vestimentas desde el inicio hasta el final (sombrero, ropa tradicional).

No existe espontaneidad de los participantes para mostrar en todo momento su personalidad o sus emociones, quizá para evitar el regaño como sucedió con Jolette en La Academia. Para una mayor apertura en la inclusión es necesario ver en pantalla a transexuales, gays, lesbianas sin ser censurados.

7. Patrocinadores: Es tedioso ver los anuncios con la finalidad de vender y lo peor que te los quieran imponer para cocinar como la leches o cremas, panes y aditivos. El productor debería buscar formas más sutiles de hacer mercadotecnia pero no menos eficientes. Vender un producto como único es una falsedad que se descubre frente a los anaqueles del supermercado donde los precios bajos y la calidad de otros mandan. Es molesto ver como los concursantes toman la crema, el pan o el caldo de pollo en polvo con ciertas marcas para cocinar. Quizá, no precisamente que la cámara grabe el momento que el concursante toma cierto producto sino que exista más creatividad para vender, por ejemplo, que se vea el momento que una mano (sin mostrar al concursante) esté vertiendo el producto en el cocinado. Las necesidades de compra de los televidentes son otras, tratar de manipular ya no es tan eficiente como antes.

8. Edición: Falta mucha creatividad en la edición y eso vuelve al programa aburrido y tedioso. Falta dinamismo en las formas de editar. El que trabaja haciendo eso solo se dedica en cortar y pegar para que al final quede un remiendo de dos horas o lo que dure el programa. La edición es cuadrada y secuencial. Siempre se centra en un punto. Debería tomar las formas del cine para capturar escenas de un mismo momento de los diferentes elementos que conforman el programa. Por ejemplo, si existe una dinámica emocional, aparte de mostrar al personaje principal, tomar el rostro de los demás para saber cuál es su reacción o aprovechar el audio de alguien y enriquecerlo con las acciones y reacciones de los demás de forma simultánea. Si hay un regaño por parte de un chef no quedar grabando su participación de un minuto sino mezclar el audio del regaño y mostrar las reacciones de los demás. Este recurso sólo es aprovechado para mostrar los avances del programa posterior.

Sabemos que MasterChef La Revancha es un programa de televisión pero no es necesario un guion para cumplirse de manera estricta con cada intervención de los concursantes. Los productores, directores y editores deben ver las ediciones realizadas en todos los países para copiar o evitar ideas y lograr un programa innovador y entretenido con nuevas dinámicas. Cada vez el programa da señales de grabar y editarse como para cumplir con la emisión semanal, cobrar las horas de trabajo de la producción  y sacar una temporada más. Como televidentes necesitamos calidad en la televisión mexicana.

Sugiéreme, Coméntame, Critícame, Oriéntame:

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.